Manuel Martínez./ EPDA Después de mucho tiempo y varias elecciones por fin tenemos gobierno. En un
principio este hecho básico de nuestra democracia debería ser un elemento que
diera estabilidad a nuestro país pero cuando la primera pregunta que se suele
formular al respecto es "cuánto va a durar", mal vamos.
Creo sinceramente que una de las cualidades básicas de un buen político
debe ser la capacidad de llegar a acuerdos, esto es algo que en los últimos
meses se ha puesto en entredicho viendo la deriva de los acontecimientos pero
por fin ha habido acuerdo y aunque algunos hablen más de concesiones que de
acuerdos, creo sinceramente que todo gobierno se merece un voto de confianza,
además de los tradicionales 100 días de cortesía.
Ante este panorama, estaremos expectantes para ver la sucesión de los
hechos. Vamos a ver cómo se puede gestionar un gobierno con 22 ministros, cómo
se puede gestionar un parlamento con menos apoyos que hace unos meses y más
dependiente de los nacionalistas, cómo se puede gestionar un ministerio de igualdad
en el que todos los altos cargos son sólo mujeres o cómo se puede dormir cuando
has pactado un gobierno con la persona que te produce insomnio.
Realmente, todas estas cuestiones/dudas y más que puedan surgir en estos
momentos importarían poco si los resultados a medio y largo plazo fueran
buenos. No me preocuparía tener más ministros si su trabajo saliera rentable a
los españoles, no me preocuparía tener un parlamento en minoría si supiera
llegar a acuerdos, o un ministerio de igualdad sin hombres si tratara igual a
los dos géneros. El tema del insomnio parece estar solucionado, entiendo que
una persona provoca menos insomnio si te ayuda a mantener la silla.
Señor presidente, tendrá gobierno, pero le va a ser muy difícil gobernar.
Suerte.
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