#quartactiu comenzó ayer su andadura con el primer acto
que sirvió para poner en común las claves para el éxito de una idea
emprendedora. Al acto acudieron alrededor de 30 personas y, durante el mismo,
se contó con la presencia de dos personas de Quart de Poblet que han iniciado
una nueva andadura profesional con éxito.
La iniciativa #quartactiu nace de la inquietud de un
grupo de personas de la localidad de diferentes sectores profesionales que
decide reunirse para aportar su pensamiento positivo a la hora de vivir y de
hacer negocios. La unión de sinergias y el hecho de otorgar un punto de vista
optimista ante la situación económica y social actual hace de #quartactiu un
movimiento que ya ha empezado a crecer. La originalidad, la creatividad y la
pasión por el trabajo son la base de este movimiento.
La primera parte del acto consistió en la presentación de
los asistentes y, a continuación, se dio paso a Jorge Torres y Miguel Rodrigo
como ejemplo de emprendimiento con éxito en Quart de Poblet.
Jorge Torres regenta desde hace dos años la papelería y
librería Llum de Lluna y explicó que para poder triunfar con una idea
emprendedora “hay que trabajar mucho y más, además de aportar toda la ilusión,
la pasión y saber diferenciarnos de los otros comercios”. El camino, según
narró Torres, ni es ni ha sido fácil, “pero nos dedicamos en cuerpo y alma a
nuestro negocio: lo primero, con la sonrisa siempre puesta en la boca, lo
segundo con el trato cariñoso y respetuoso con nuestros clientes y, lo tercero,
aportando un toque diferente”, recalcó este joven emprendedor. Y es que ahora
han empezado también a desarrollar talleres de tartas, de manualidades, de
pintura de caras… sobre todo “para que los niños se lo pasen bien en nuestra
tienda”.
Miguel Rodrigo de Quart i Mig fue el otro de los ponentes
del acto de ayer. Rodrigo remarcó que su negocio funciona “porque sabía muy
bien lo que quería y no quería para mi negocio”. Se trata de una cafetería que
ha sabido dar un toque diferente. “Lo hacemos a nuestra manera, cada día
intentamos superarnos en algo y, sobre todo, que la gente que venga a Quart i
Mig se sienta a gusto con nuestra forma de ver y hacer las cosas”. “Es importante saber
escuchar al cliente y diferenciar servicio de servilismo”, concluyó. Pero si por
algo se caracteriza el establecimiento de Miguel Rodrigo es por su trato
cercano y amable con su cliente y por su toque personal, la suave iluminación,
la música agradable y un ambiente acogedor.
Al finalizar tuvo lugar un piscolabis, donde los asistentes
pudieron realizar labores de networking, intercambio de ideas positivas y donde
se establecieron también contactos para futuros trabajos.
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