Los trabajadores de Galmed volverán a movilizarse. /EPDA CCOO del Camp de Morvedre ha denunciado que el anuncio del
cierre de la planta de thyssenkrupp GALMED ha llegado "sin preaviso ni razones que realmente sirvan para justificar objetivamente la decisión de cerrar la factoría de Sagunto", la cual reabrió en 2016. Para el principal sindicato de la comarca del Camp de Morvedre el anuncio de cierre es "la moneda con la que la multinacional paga a la plantilla por su entrega y sacrificio durante estos años".
Sergio Villalba, Secretario Intercomarcal de CCOO, advierte del "riesgo que se vislumbra tras el anuncio" pues, según afirma, “la multinacional enmarca la decisión del cierre en el precario estado del sector siderúrgico y automovilístico, la cual es realmente compleja y el anuncio de esta multinacional puede producir un efecto contagio en el resto de industrias ya instaladas e incluso venideras, todos recordamos lo ocurrido en el pasado con Parc Sagunt I, en el que grandes empresas habían anunciado su instalación y quedó en un desierto empresarial durante años”
Tal y como el sindicato ya anunciara en 2013 "esta desinversión en las instalaciones repercutirá en un impacto negativo sobre el empleo, no solamente en personal propio y subcontratas, sino también en el empleo en empresas que desarrollan su actividad en el exterior, como pueden ser empresas auxiliares y de transporte, localizadas tanto en la propia comarca de Camp de Morvedre como en el resto de la Comunidad Valenciana, así como en el interior del polígono siderúrgico de Puerto Sagunto".
Tras los hechos del primer cierre, y esta precipitada decisión, entre la plantilla ha crecido "una desconfianza respecto a los compromisos realizados por la empresa es total en cuanto a soluciones viables para la plantilla y recolocaciones, no merecen credibilidad". "Y si no que se lo pregunten a los compañeros que teniendo el compromiso de reincorporación en Thyssenkrupp GALMED en caso de reapertura tras el cierre de 2013, se quedaron fuera pese a ser la misma empresa la que se comprometía a reincorporarlos, por lo que las promesas de recolocación en terceras empresas que pertenecen a otro grupo empresarial y cuyas instalaciones no están ni construidas, nos parecen una cortina de humo que incitan a la desmovilización de la plantilla" advierte Villalba.
Villalba hace un llamamiento a las instituciones para que ayuden a los trabajadores de Galmed. "En un contexto en el que estamos luchando por la reindustrialización de la comarca, la administración no puede permitir que una multinacional de manera unilateral decida el cierre de las instalaciones, basándose exclusivamente en criterios de aumento desmedido de beneficios y mejora de la liquidez, que antepone los intereses de los accionistas olvidando a los trabajadores, máxime cuando obedece a errores empresariales tomados por los mismos responsables que ahora proponen las desinversiones" afirmen.
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