Fernando Chiva. EPDA La crisis del coronavirus ha supuesto un inesperado revés de magnitud
planetaria. Este impacto en la línea de flotación de nuestro modo de
vida marca un indudable punto de inflexión para nuestra civilización.
Ello sin duda nos está abocando a abordar con mayor celeridad cambios
que veíamos necesarios pero lejanos, en términos de conciencia
colectiva, de sistemas de trabajo y utilización de nuevas tecnologías,
de modelos productivos y de consumo, o de eficiencia energética y uso de
energías renovables en movilidad, industria y residencial. Ojalá, como
predican muchos expertos organizacionales y gurús del mundo empresarial,
tengamos la habilidad de transformar las amenazas en oportunidades.
Por
lo pronto, y en nuestro entorno económico más próximo, esta crisis nos
pone a los valencianos para lo que queda de 2020 ante un panorama
complicado, el cual vamos a fotografiar con los siguientes indicadores
económicos:
- Un sector turístico regional que prevé para 2020 unas pérdidas de alrededor de 15.000 millones de euros.
- 30.000 autónomos valencianos prevén cerrar su negocio antes de fin de año.
- Un previsión interanual de incremento del desempleo hasta alcanzar una tasa de entre el 19 y el 22%.
- Una contracción del PIB regional de alrededor del 7%.
- Un recorte en la inversión industrial del 35% durante el 2020.
¿Y
qué podemos hacer cada uno de nosotros, individualmente, desde nuestra
casa, para intentar romper estas previsiones? Propongo al lector un
sencillo decálogo que nos ayudará a amortiguar en la medida de lo
posible los demoledores efectos económicos de la crisis del coronavirus y
contribuirá a una más rápida recuperación que nos devuelva de nuevo a
la senda de la prosperidad. La consigna básica es clara: consumir, siempre que podamos, productos y servicios valencianos.
1. Comercio local y de barrio.
Decantarse
por el comercio local y de barrio: son autónomos y micropymes que
luchan por mantener sus negocios abiertos y hacer que la rueda siga
girando.
2. Alimentación y primera necesidad.
En
alimentación, busca el producto valenciano: bien se trate de materias
primas (frutas, verduras, carnes y pescados), como si hablamos de
productos elaborados, tanto alimentarios como de primera necesidad (aseo
personal, limpieza, etc), sabes que el producto valenciano es garantía
de variedad y calidad. Somos cuna de la dieta mediterránea.
3. Hostelería tradicional.
El
café de la mañana, un almuerzo, comidas y cenas, un refresco, caña y
tapa... prioriza el bar, cafetería o restaurante local a las grandes
cadenas multinacionales. En el bar, restaurante o cafetería, elige
también marcas valencianas siempre que sea posible: la marca del café,
de la cerveza, del agua... refuerza nuestro sector productivo de cafés,
bebidas y licores, y la cadena de distribución.
4. Moda y calzado.
Da
prioridad a las marcas valencianas de calzado y ropa sobre otras;
recuerda que el calzado es un sector importante de nuestra economía
regional.
5. Automoción.
A
la hora de adquirir un vehículo nuevo, apostar por la marca de la
factoría de Almussafes. Como marca generalista, tiene buena calidad y un
amplio catálogo de modelos, y da empleo a miles de valencianos desde
hace más de 40 años. En cuanto a servicios de taller, elijamos siempre
talleres de proximidad o cadenas regionales de mecánicarápida ante
otras opciones.
6. Servicios de banca y seguros.
El
sector bancario valenciano cuenta con operadores interesantes: Caixa
Ontinyent y las trece cajas rurales que forman la Asociación Valenciana
de Cooperativas de Crédito son entidades netamente valencianas. Como
alternativas, Caixabank, Sabadell y Mediolanum también están
domiciliadas fiscalmente en territorio valenciano tras el éxodo de
empresas que ha sufrido Cataluña en los últimos años por su proceso
separatista. En cuanto a seguros, Unión Alcoyana y Musepan son las dos
opciones valencianas a tener en cuenta.
7. Actividades lúdicas.
¿Por
qué no aprovechar los fines de semana de 2020 para visitar con familia y
amigos la abundancia de lugares interesantes que nos ofrece el
territorio valenciano? Parajes increíbles, pantanos, ríos, zonas con
piscinas naturales y saltos de agua, pueblecitos acogedores, lugares
históricos y enclaves culturales destacados: el territorio valenciano
está plagado de cosas que ver, actividades que realizar, sitios a los
que ir, y sabores que paladear.
8. Turismo y vacaciones.
Vivimos
en la tierra de las flores, de la luz y del amor. Y del mar, y del sol,
y de las montañas, y de la fiesta, y de la historia, y de la cultura, y
de la mejor gastronomía de España, y de... nunca me canso de cantar las
alabanzas a mi tierra. Y por lo visto, ingleses, alemanes, holandeses,
belgas o franceses no se cansan de venir a esta tierra e incluso de
invertir en ella y quedarse en nuestro paraíso mediterráneo para el
resto de sus días. Con seguridad este verano el sector hostelero, tanto
de playa como de interior, va a lanzar buenas ofertas y promociones para
salvar la temporada, excelente oportunidad para quedarse "en casa" y
disfrutar de nuestro patrimonio natural que tanto valoran fuera de
nuestro territorio. Atentos pues a esas ofertas.
9. Compras digitales.
Una
vez priorizado el producto valenciano y las marcas regionales en
nuestro consumo cotidiano (alimentación, ropa, calzado, productos de
primera necesidad, etc), demos preferencia a realizar esas compras en
tiendas digitales domiciliadas en territorio valenciano. Un aportación
más a nuestro tejido empresarial.
10. Visita semanalmente tu mercado municipal.
Todo
municipio valenciano tiene su día (o días) de mercado tradicional. Un
buen escaparate para el producto alimentario fresco de proximidad, y
también para adquirir producto textil básico y calzado fabricado por
pequeños y medianos productores regionales de volumen (no marquistas), y
comercializado por una pléyade de autónomos ambulantes que dan vida
comercial cada mañana a pueblos y barrios de nuestra geografía.
Un servidor parte siempre de que el
Reino de Valencia, la Comunitat Valenciana, es nuestro primer entorno
vital, nos da el ser y el pan. Y es por ello por lo que creo que debemos
corresponderlo con compromiso y lealtad en todos los sentidos. Esta
premisa, que puede parecer muy emocional, se convierte ahora mismo en
base de la recuperación económica, y la adquisición del hábito de
"consumir valenciano" cumpliendo este decálogo será un importante escudo
defensivo para nuestro mercado regional ante futuras coyunturas
adversas.
Un estudio de DataCentric en 2016
ponía de manifiesto que el mercado regional valenciano se caracteriza
por una fuerte implantación de las marcas locales y constataba el escaso
margen de maniobra para referencias foráneas. Los medios publicaron los
resultados de este estudio con el siguiente titular: "Los valencianos
compran en Mercadona, beben Amstel y conducen un Ford". Sigamos por esa
senda,
hagamos el mercado regional valenciano más inexpugnable aún
para el producto foráneo, no dejemos de apostar fuerte por lo local, por
lo próximo. Y apoyemos con determinación la innovación en bienes y
servicios, la mejora tecnológica y la exportación como claves para el
crecimiento y el futuro.
Comparte la noticia