El Dr. Rubio y el Dr. Estevan. EPDA
Está previsto que en una segunda fase se
incorpore esta tecnología en las patologías oncológicas de Cirugía Torácica y
Ginecología.
La precisión, la
visión tridimensional del campo quirúrgico, la facilidad de disección y de
sutura que aporta la tecnología del robot Da Vinci Xi son claves para abordar
cirugías complejas en pacientes con patologías tumorales.
Desde que se incorporara hace apenas ocho meses, la tecnología del robot Da
Vinci Xi, el Instituto Valenciano de Oncología, IVO, ha superado ya las 100
intervenciones en pacientes oncológicos. Aunque hasta el momento las
intervenciones con la cirugía robótica provienen de operaciones de cáncer de
próstata, riñón y colo-rectal, está previsto que en una segunda fase se
incorpore esta técnica quirúrgica en el tratamiento de pacientes con patologías
tumorales de pulmón, endometrio y ovario.
La incorporación del robot Da Vinci Xi, siendo la
última evolución de la cirugía mínimamente invasiva, ha supuesto un gran avance
para la cirugía en patologías tumorales de los pacientes del IVO. En el balance
que realiza el Dr. Rafael Estevan, Jefe de Servicio de Cirugía General y
Aparato Digestivo de la Fundación IVO subraya que “la precisión que aporta esta
tecnología ayuda a que se puedan reducir las complicaciones postoperatorias y
que la recuperación de los pacientes sea más rápida. Estas ventajas cobran
especial relevancia en pacientes oncológicos porque supone una importante
disminución de la agresión quirúrgica en la extirpación de tumores y, una
mejoría en términos de recuperación del paciente para el inicio de otras
terapias”.
Hasta el momento, vienen utilizando el robot Da
Vinci los servicios de Urología y Cirugía General y Digestiva, en concreto, de
las 101 operaciones realizadas, 58 intervenciones corresponden a pacientes con
cáncer de próstata, 13 de cáncer de riñón y 30 de tumores de colon y recto.
Según el Dr. José Rubio, Jefe de Servicio
de Urología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), “esta tecnología nos
ha permitido depurar la técnica de la prostatectomía radical por cáncer de
próstata. Las ventajas tecnológicas que presenta esta técnica nos aportan una
mayor precisión quirúrgica y una mejor preservación de los resultados
funcionales del procedimiento”. Asimismo, en lo relativo a la cirugía parcial
del tumor renal, el Dr. Rubio ha señalado que “dada la facilidad de
disección y de sutura renal que se obtiene, la incorporación del Da Vinci Xi ha
sido clave para abordar casos más difíciles que, de otra forma, se realizarían
por cirugía abierta.”.
Por su parte, el Dr.
Estevan indica que “esta tecnología está facilitando las técnicas
quirúrgicas mínimamente invasivas en el cáncer de colon y recto ya que mejora
la visión, el manejo de los instrumentos, la disección, la sutura y el acceso a
espacios más reducidos lo que permite una mayor precisión quirúrgica añadida a
las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva y menor riesgo de infección y
una recuperación más rápida del paciente”.
Beneficios para el paciente y cirujano
Entre las principales
ventajas para el paciente destaca especialmente la reducción del dolor en la
fase postoperatoria y, en general, una recuperación funcional más rápida con
estancias hospitalarias más breves. En cuanto los beneficios para el cirujano
destacan una mayor precisión quirúrgica, clave para abordar cirugías de alta
complejidad; una mejor visualización del campo quirúrgico, gracias a una visión
en 3D con aumento de hasta 10 veces; la supresión del temblor físico de las
manos del cirujano o de movimientos involuntarios; y, por último, la ergonomía,
que permite al cirujano estar sentado en operaciones largas y complicadas que
requieren mucha atención y concentración.
Estas ventajas cobran especial relevancia en el
campo de la oncología.
En concreto, la cirugía con la tecnología del robot
Da Vinci Xi en pacientes oncológicos aporta dos puntos clave de mejora como
son: una importante disminución de la agresión quirúrgica al paciente en la
extirpación de tumores y, por otro, una gran mejoría en términos de
recuperación del paciente para el inicio de otras terapias. Debido a la menor
agresión quirúrgica que supone para el paciente, éste presenta una recuperación
en el postoperatorio más temprana y, por consiguiente, puede iniciar antes el
tratamiento complementario, en caso de ser necesario, o simplemente
reincorporarse a su vida normal de una forma más rápida.
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