Toni Quintana Estos días estamos asistiendo a dos debates, que afectan a la educación de nuestros hij@s. Debates con varios puntos en común y un común denominador, las mentiras de la extrema derecha.
El primero, el del pin parental que el gobierno autonómico de Murcia, gobernado por el Partido Popular, ha tenido que aceptar para que VOX le apruebe los presupuestos regionales.
Una polémica que ha suscitado muchas controversias dentro de un PP con experiencia en gobiernos y que sabe perfectamente que no existen quejas ni ningún otro indicio de adoctrinamiento, como justifica la extrema derecha.
Lo más preocupante de todo esto es que el líder nacional, el señor Casado, abrace el discurso y lo apoye a pies juntillas, poniendo en duda la gran labor que realizan los y las docentes que día a día forman en valores, cada vez más necesarios como es la lucha contra la homofobia, las desigualdades o la violencia de género. Por lo tanto, un debate estéril e irreal que no hace otra cosa que intentar poner en cuestión nuestro sistema de educación pública y crear un ambiente de dudas y crispación entre los padres y madres, que como es lógico, están preocupados por las materias lectivas que reciben sus hijos e hijas.
El segundo tema, viene casi a correlación del primero, ya que el denominador común es el mismo, el fascismo organizado del siglo XXI que quiere imponer su pensamiento único con mentiras y además por desgracia esta vez también, con el apoyo de un partido popular que vuelve a abrazarse a sus postulados.
Vivimos en una comarca castellanohablante, una comarca que desde 1983, con la ley 4/1983 de uso y enseñanza en valenciano, convive sin ningún problema, adaptándose y, en su caso, permitiendo la exención de todo aquel alumno que decidiera que el valenciano no computara en su expediente académico, aunque hay que recordar que sí asistir a clases para conocer su otra lengua oficial.
Personalmente pienso que estudiar en varios idiomas, además de enriquecer tus conocimientos, ayuda y mucho a que nuestros hijos e hijas tengan más facilidades de conocer los diferentes idiomas que pueda estudiar en el futuro, mejora considerablemente sus aptitudes frente al aprendizaje en general y también ofrece unos conocimientos, que en un futuro puedan ayudarles a encontrar empleo. Pero es una opción, lo que me duele en el fondo es que una vez más se intente engañar a los padres y madres.
La nueva ley de plurilingüismo no impone nada ni en el tiempo ni en el contenido.
Parece mentira que el Partido Popular, que durante tanto tiempo ha gobernado nuestra Comunitat, se preste a estos engaños, intentado buscar un conflicto donde no lo hay.
La nueva ley lleva dos años implantada en Primaria, y hasta la fecha con total normalidad por parte de nuestro alumnado.
La ley habla de estudiar un 25% de las asignaturas en valenciano y hasta el 15% en inglés.
Este curso que viene, se va ha implantar en Secundaria, Bachiller y FP, de la manera que decida el consejo escolar de cada centro después de estudiar su nivel. Y en las zonas castellanohablantes como la nuestra, bajo justificación a la Conselleria, se podrá implantar de una manera gradual, pudiendo ser un porcentaje menor del 25% y solo durante 1º de ESO.
Por otra parte se mantendrá la exención para todo aquel o aquella alumn@ que así lo decida.
Por lo tanto esta ley no es adoctrinadora y radical, ni por supuesto trata de imponer nada, salvo ayudar a conocer nuestra otra lengua oficial que es el valenciano e intentar que nuestro alumnado conozca una lengua extranjera muy expandida por el resto del mundo como es el Inglés.
Cabe recordar que la propuesta del conseller de Educación del anterior gobierno del PP, Alejandro Font de Mora, era de un 33% tanto en valenciano como en inglés, fuera en la zona sociolingüística que fuera. Por lo tanto ¿a qué viene tanta movilización si no es como en el primer caso, para darle el gusto, a aquellos que de verdad buscan romper España y la convivencia entre sus vecinos y vecinas?
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