Pere Valenciano. FOTO QUILES Estas últimas semanas estamos conociendo las cuentas de resultados de los bancos del año 2013. Después de hundirse el sistema financiero ‘público’ de las cajas de ahorro y algún que otro banco mal gestionado, las entidades financieras terminaron el año pasado con beneficios a lo grande, más propios de otras épocas, cuando el ladrillo era la principal fuente generadora de riqueza en España.
Así las cinco principales entidades españolas -Santander, BBVA, Caixabank, Popular y Sabadell- lograron un beneficio neto de 7.674 millones de euros en 2013, cuatro veces más que en 2012. En términos porcentuales, el Santander logró un 90’5% más, Caixabank un 119% más, el BBVA un 49’8% más, mientras que el Popular pasó de perder 2.461 millones en 2012 a ganar 325,3 en 2013 o el Sabadell, que triplicó sus beneficios de 2012.
Las buenas noticias para la gran banca no terminan ahí. Bankia, entidad mal parida de la suma de cajas míticas como Caja Madrid o Bancaja, pasó de las pérdidas históricos de 19.200 millones de euros en 2102 a ganar 818 millones en 2013, después incluso de dedicar 1.200 millones de euros al arbitraje de preferentes.
Son datos realmente extraordinarios y llamativos, que hacen preguntarnos cómo es posible que el sistema financiero que está en el origen de la ruina que es hoy este país, alcance en tan poco tiempo tan buenos resultados y cómo es posible que las entidades que han recibido ayudas públicas hayan resuelto sus problemas tan pronto. Ahí está Bankia, por ejemplo, que coló miles de millones de euros en preferentes y que ha tenido que devolver parte de ese dinero estafado a miles de ciudadanos por la presión social.
La explicación es sencilla y si tiene alguna cuenta corriente, de ahorro o tiene empresa, lo sabrá de sobra: comisiones por ingresar un cheque, 3 euros; comisión por hacer una transferencia, mínimo 1’5 euros; o como le sucedió a un amigo en una oficina de Barclays de Valencia, al que le cobraron 3 euros por ingresar 9 euros en otra cuenta de Barclays de Godella.
No hay que darle muchas vueltas porque de toda la vida, la banca siempre gana. Y tampoco hay que ‘calfar-se molt el cap’ porque también de siempre, los valencianos somos unos ‘meninfots’. Hemos perdido el Banco de Valencia -absorbido por Caixabank-, la CAM -comprada por Sabadell- y Bancaja -engullida por Bankia-. Y un año después ya dan beneficios. La banca gana. Los valencianos perdemos. Pero no pasa nada. Entre otras cosas, porque a los grandes poderes de esta nuestra Comunidad no les interesa mucho que se conozcan los pormenores del hundimiento de la CAM, Bancaja y el Banco de Valencia.
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