Paula García Este verano ha sido muy diferente. No ha sido nada planificado. No he
querido planificar nada. Primero por la razón más obvia para mí: Covid-19.
Pandemia. Nos está azotando con fuerza y, más que nos va a azotar. Soy
optimista realista y la dosis de realidad en este momento es vital. Me he
quedado en casa, trabajando en mis proyectos, algo de trabajo remoto y mucha
precaución. Paciencia. Algo de desconfianza a las información vertida en los
informativos, medios de distinta ralea.
No sé si las mascarillas protegen a la población que las lleva. Yo la
llevo. Pero dudo que sea efectiva si cada semana y media, aproximadamente,
tienes que lavarla. ¿Quién te asegura que lo haces correctamente? Ha llegado
para mí el momento de reflexión. Y tras éste, estoy pensando que un alto número
de población mundial nos vamos a contagiar. Lamentablemente, llevamos muchos
muertos a nuestras espaldas.
Conozco a una persona que ha padecido en soledad la enfermedad. No es una
anciana. En el sentido de incidir en que nuestro ancianos se nos van. Más
rápido de lo natural. Ella tiene mi edad, y la cosa se le he complicado mucho.
Su familia no podía verla. Le llevaban “tuppers” de comida entre otras
necesidades. No quiero ni pensar que, pese a la terrible circunstancia de
padecer el virus y estás sola pero de alguna manera acompañada desde la
distancia real con tu familia.
¿Cuántas personas, muchos de ellos ancianos, han fallecido en
circunstancias lamentables para decir “adiós” a la vida? Ya lo sabemos todos.
Hemos tenido ejemplos en Europa de que la reapertura de los colegios no es
una buena idea. Pero parece que en este país, caso omiso. Habrá que seguir
sufriendo de manera casi gratuita. Lamentable,
Esta breve columna para estrenar septiembre 2020 a quien se la dedico con
todo mi cariño a todas las familias que han padecido esta enfermedad de corte
familiar, aunque muchísima gente no haya podido despedirse dignamente.
Y con este inicio de mes deseo poder servir a través de mi oficio a todas
aquellas personas que lo puedan necesitar desde esta humilde columna de opinión
al servicio de la sociedad: de todos nosotros, vecinos, comunidad.
Gracias a ustedes.
Historias para contar. paulagarzian@gmail.com
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