No hay duda de que recordaremos 2020 como el año del coronavirus
y cómo este puso patas arriba nuestras vidas, que cambiaron en marzo
y aún no han vuelto a la normalidad. Desde nuestras relaciones
sociales a los métodos de trabajo, pasando por el deporte, el año
pasado nada discurrió como esperábamos. De repente, nuestra vida
cotidiana sufrió un impacto del que aún no nos hemos recuperado.
El deporte no ha sido ajeno a esta situación: pararon todas las
grandes competiciones, suspendiéndose hasta unos Juegos Olímpicos.
Además (y quizá sea más importante), el coronavirus logró alterar
hasta las pautas deportivas de millones de ciudadanos anónimos, que
de un día para otro vieron alteradas las rutinas que seguían en sus
centros deportivos o las rutas que realizaban. En nuestro país, los
gimnasios cerraron, se prohibió salir a la calle para casi cualquier
cosa, y todos quedamos confinados en casa.
Esto explica el éxito de los programas caseros de ejercicios o el
repunte de ventas de las tiendas de fitness online como Gym
Company, que durante la segunda ola de noviembre aumentaron
notablemente sus ventas de equipamiento doméstico de fitness y
musculación. Muchos deportistas habituales no renuncian a hacer
ejercicio y han adquirido los mejores equipos para hacerlo en casa.
En esto ha tenido mucho que ver la mejora de los hábitos
deportivos experimentada en los últimos años. Cada vez somos más
conscientes de que el sedentarismo es malo para la salud, mientras
que el deporte contribuye a nuestra salud física y mental,
produciendo una sensación de bienestar. La propia Organización
Mundial de la Salud lo dejó claro al comienzo de la pandemia: “En
un momento como este es muy importante que las personas de cualquier
edad y capacidad física se mantengan lo más activas posible”.
Bueno para el sistema inmunológico y la salud mental
Como recordaba la OMS, el ejercicio físico
habitual es bueno para el cuerpo y la mente: puede reducir la
hipertensión, ayudar a controlar el peso y disminuir el riesgo de
enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, diabetes de
tipo 2 y distintas formas de cáncer, enfermedades todas ellas que
pueden aumentar la vulnerabilidad a la COVID-19.
Además, el deporte mejora la respuesta inmunológica del
organismo ante las infecciones. Un informe acaba de recopilar la
evidencia científica que confirma los efectos positivos del
ejercicio en el sistema inmunológico.
“Los datos epidemiológicos indican que las personas físicamente
activas tienen menos probabilidades de reportar síntomas de
enfermedad respiratoria superior y hay evidencia de que el ejercicio
puede proteger al huésped de muchos tipos de infecciones virales.
Por lo tanto, es lógico pensar que los individuos inactivos
presentarían mayores riesgos de padecer COVID-19. De hecho, la
investigación está demostrando que en estas personas el virus es
más agresivo y presenta más complicaciones clínicas”, ha
explicado Alfonso Jiménez, profesor del grado de Ciencias de la
Actividad Física y del Deporte de la URJC, y coautor del informe
junto con el Dr. Xian Mayo, investigador del Centro de Estudios del
Deporte de la URJC, y Robert J. Copeland, profesor de Actividad
Física y Salud en la Sheffield Hallam University.
La conclusión principal es que la falta de actividad física, el
envejecimiento y la obesidad contribuyen a una disminución de las
defensas y a la disfunción del sistema inmunológico, lo que aumenta
el riesgo de contagio de manera exponencial. Hay evidencias que
apuntan a que un ejercicio regular y estructurado puede llegar a
demorar el envejecimiento del sistema inmunológico y que el
ejercicio cardiorrespiratorio moderado mejora las respuestas inmunes
en la vacunación y reduce las inflamaciones de grado bajo.
Por si esto fuera poco, está demostrado que el ejercicio es
también muy beneficioso para nuestra salud mental. Y esto, teniendo
en cuenta la situación de estrés emocional producida por el
coronavirus y sus consecuencias, es muy importante. Hacer deporte
libera las llamadas “hormonas de la felicidad”: dopamina,
serotonina y endorfina. Estas hormonas contribuyen a disminuir los
niveles de ansiedad y agresividad, a conciliar mejor el sueño, a
mantenernos en calma y, en definitiva, mejoran nuestra felicidad.
En
definitiva: en tiempos de pandemia, más deporte que nunca.
Afortunadamente, hoy en día es posible mantenerte en forma en casa... como si fueras al gimnasio.
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