Pau March. EPDA
Son
las ocho de la tarde y recibo un whatsapp
de una vecina de Moncada. Me pide ayuda porque en su calle hay un árbol que
invade la fachada de una casa y entra, literalmente, por la ventana de un
alérgico. Imaginense vivir a cal y canto porque el Ayuntamiento no cumple con
su función pública de preservar el bienestar ciudadano. Han presentado varias
instancias y… nada. Recurre a mi por si, desde la oposición, podemos ayudarle.
Están angustiados porque se sienten abandonados. Pagan religiosamente sus
impuestos y no reciben la contraprestación en forma de servicios básicos. Le
traslado que por supuesto que sí, que llevaremos la queja al equipo de gobierno
para presionar a que cumplan con el mantenimiento de las zonas verdes de la
ciudad. Y esto es solo un ejemplo, ya que es algo frecuente.
Desde el Grupo
Popular hemos habilitado un canal
de difusión vía Whatsapp de información municipalista abierto a todos los
vecinos, donde no solo están al día de lo que ocurre en el ámbito político de
Moncada, sino que también nos permite hablar con ellos y que nos trasladen sus
quejas o sugerencias.
La comunicación de
tú a tú en un municipio como el nuestro acerca la política a los ciudadanos y
nos permite detectar todo aquello que realmente les preocupa o aquello que
necesitan. Como grupo en la oposición nos esforzamos doblemente, ya que desde
los canales oficiales del consistorios ignoran y bloquean a aquellos vecinos
que denuncian, vía redes sociales, su sufrimiento diario. Resulta que los
adalides de la libertad no lo son tanto y ante cualquier resquicio en contra
suya ‘cortan de raíz’, generando así un sentimiento de frustración y desidia al
ciudadano contra la política municipal.
Y ante ello, cabe
recordarles que el pacto que tiene el equipo de gobierno con la ciudadanía les
obliga a gobernar para todos. Y aunque sus ideas socialistas tan ausentes en su
discurso les otorguen una falsa autoridad moral, el ‘todo para el pueblo’ de
los jacobinos en la Revolución Francesa se ha convertido en una suerte de fast food del Despotismo Ilustrado.
Todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Ni tienen mayoría absoluta, ni son
monarcas absolutistas, ni nosotros vamos a dejar de hacer nuestra función como
oposición.
Hace apenas dos
semanas aprobaron un presupuesto municipal con inversiones por debajo del
0,01%, sin apenas variaciones respecto al 2017, pese a que la situación es bien
diferente… Un presupuesto que no respondía al sentir y necesidades de la
ciudadanía, del que no podemos ser cómplices y no pudimos apoyarlo. Sin
embargo, ayer durante el pleno ordinario le entregamos a la alcaldesa del
municipio, Amparo Orts, decenas de propuestas vecinales que llevamos
recopilando durante meses en redes sociales y vía Whatsapp, para que les
pusieran solución, o al menos, escucharan lo que el pueblo desea a su
Ayuntamiento.
Somos propositivos
a la par de críticos, es nuestra forma de concebir la política. Y en un
municipio de 21.000 habitantes no resulta muy complicado acercar la actividad
institucional al ciudadano, para que se sienta parte y contribuya a mejorar la
ciudad.
La política no es
lo que era y esta es nuestra aportación como nativos digitales. Hacer accesible
el contacto con la corporación, escuchar y trasladar propuestas y sobre todo,
demostrar que la regeneración pasa por cambiar la forma de hacer las cosas.
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