Fachada del comercio de Victoria con entrada y salida para gatos. EPDA
Un gato usa el mini refugio en Picanya. EPDA Si Immanuel kant, famosos filósofo alemán, estaba en lo cierto al decir que “podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales”·, personas como Victoria y su marido Ramón, tienen un gran corazón. Esta pareja lleva 13 años cuidando de las colonias de gatos de Picanya, con el bienestar de estos animales como único objetivo y recompensa.
“Cuando abrimos la tienda en Picanya el panorama era desolador, y no podíamos quedarnos de brazos cruzados”, explica Victoria a El Periódico de Aquí. En todos estos años han atendido a más de 315 gatos callejeros, muchos han sido esterilizados y otros, no tantos como a ellos les gustaría, han encontrado un hogar.
Vídeo viral
Aunque sólo por este trabajo de tantos años deberían ser conocidos, lo que les hizo famosos por un tiempo fue el vídeo que colgaron el youtube de su mini refugio para gatos, instalado en su propia tienda. “El vídeo tuvo casi dos millones de reproducciones pero tuvimos que quitarlo porque hubo gente que empezó a insultar y a decir cosas feas, y eso que eran de otros países”, lamenta Victoria. Esta desvalorización e insultos gratuitos de los llamados ‘trolls’ de las redes sociales provocaron que se quitara el vídeo. El invento de esta pareja de Picanya son dos agujeros en la fachada para acceder al interior del bajo donde un espacio separado del resto de la tienda, alberga un recipiente con comida y otro con agua, además de un cojín. “Por la noche, aunque la persiana está cerrada, pueden entrar a beber y comer y luego salir o quedarse a resguardo. Cuando se quiere ayudar, siempre hay alguna manera de hacerlo. Yo me planteé que tenía que hacer algo con lo que poseo y surgió esta idea”, comenta.
Recientemente, el Ayuntamiento de Picanya ha comenzado a colaborar con la causa de Victoria y Ramón, ayudando con las esterilizaciones -este año ha costeado 25- y el respeto a todas las personas que ayudan a las colonias felinas del municipio. “Nos permiten, por ejemplo, realizar campañas de recogida de comida para gatos en la calle, frente a los supermercados más grandes”, añade Victoria.
Estudio universitario
Ramón, por su parte, ha llevado la causa hasta sus estudios universitarios. Bombero de profesión y estudiante de Psicología en la Universidad de Valencia ha realizado, junto a otros compañeros de clase, un proyecto dirigido a Ayuntamientos, protectoras y otros colectivos relacionados con el bienestar animal, donde se indica cómo puede funcionar la gestión de las colonias felinas. “Es una herramienta de gestión de animales abandonados. Según la ley de la Generalitat Valenciana la responsabilidad del bienestar de éstos, también de los gatos, es de las autoridades. Contemplamos en el proyecto cómo ayudar a las personas cuidadoras, alimentación, veterinarios, etc. Y lo ponemos a disposición de quienes quieran utilizarlo, de forma altruista”, relata Ramón.
Esta pareja da de comer a 70 gatos cada día y realiza al menos dos esterilizaciones al mes y sus únicas fuentes de ingresos, a parte de su propio negocio, son las donaciones privadas, donativos de pienso y la colaboración de algunos veterinarios como Interzoo de Paiporta que “son veterinarios con corazón”, concluye Victoria.
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