El gabinete Psicopedagógico del
Ayuntamiento de Requena ha elaborado, con motivo de la cuarentena, un decálogo
de recomendaciones psicológicas para preservar la buena salud mental en
nuestros hogares. Además, está previsto ofrecer también atención psicológica de
manera telefónica y directa a todas aquellas personas que lo precisen. Así
pues, los consejos y recomendaciones que se exponen en dicho decálogo son las
siguientes:
1. Información frente a
sobreinformación.
Recurre a fuentes oficiales como el
Ministerio de Sanidad y la Consellería de Salud para informarte. No es
necesario que estés continuamente buscando noticias al respecto. Eso solo te
generará malestar, desasosiego, alarmismo y un aumento de sensación de riesgo.
Hay que informar a los más pequeños y pequeñas de la familia de forma veraz y
adecuando la información a su edad y capacidad de comprensión. Con prudencia y
mensajes constructivos.
2. Fuentes oficiales frente a noticias
NO contrastadas.
Ten cuidado con las noticias e
informaciones que corren por las redes sociales. No están contrastadas y muchas
de ellas son “bulos”. A su vez, evita ser tú también quien propague las mismas.
3. Rutina y hábitos frente al caos.
Las rutinas y los hábitos nos ayudan a
estructurar nuestro tiempo, por ello es importante que trates de adaptarlas a
la situación actual. Es importante el autocuidado, establece unos horarios de
sueño, cuida la alimentación, recibe luz natural al menos 20 minutos al día,
haz ejercicio, mantén tus hábitos de higiene y aseo, no te pases el día en
pijama, vístete y aséate todos los días. Planifica el tiempo, diferencia tiempo
de trabajo (ya sea de tele-trabajo o tareas domésticas) y de ocio, tiempo
compartido en familia y tiempo exclusivo para ti, de intimidad, respetar
espacios y tiempos diferenciados. Puede ayudar escribir un horario que esté
visible para todos y todas y que podrá modificarse con el acuerdo de quienes lo
compartís.
4. Relaciones sociales frente
aislamiento.
Mantén el contacto con las personas de
tu entorno, amistades, familiares, compañeros y compañeras de trabajo,
especialmente con las personas mayores, a través del teléfono y redes sociales.
Aprovecha las nuevas tecnologías. Utiliza las videollamadas cuando sea posible,
ya que aportan tranquilidad y cercanía. Compartir en el balcón con nuestros
vecinos y vecinas aplausos, vítores, música en directo, emociones e incluso
cumpleaños nos pueden animar. Participa en los actos solidarios que se
organizan de forma voluntaria en tu vecindario.
5. Actividad frente a inacción.
Aprovecha para hacer aquellas cosas que
el estrés del día a día no te ha permitido realizar, como leer, escuchar
música, cocinar, darse Un baño relajante, organizar y crear un álbum de fotos,
dibujar, pintar, restaurar muebles, organizar armarios, y un largo etcétera. No
lo dejes a la improvisación: piensa en las actividades que quieres realizar.
Planifica y organízalo bien todo. Si alguna de las actividades que has pensado
involucra a otras personas, cuenta con ellas en la planificación, recoge sus
opiniones, es una forma de que se sientan responsables.
6. Dinamismo frente a pasividad.
Si eres deportista trata de adaptarlo y
mantenerlo, y si no lo eres quizás sea el momento de introducir en tu vida algo
de actividad física. En las redes sociales circulan algunos vídeos con ideas
muy ingeniosas, y hay una gran oferta de tutoriales.
7. Exteriorizar sentimientos frente al
mutismo.
Es normal sentir confusión y cierto
temor ante tantas noticias sobre algo que nos resulta desconocido y que amenaza
nuestra salud. El miedo es una respuesta adaptativa ante una situación de
alerta que nos ayuda a tomar las medidas necesarias para minimizar el riesgo,
pero el miedo también puede paralizarnos o crear una situación de histeria
colectiva, debemos intentar que no resulte invalidante. Es bueno compartir y
hacer visibles nuestros sentimientos, compártelos con tu entorno, cuida tus
emociones, céntrate en pensamientos constructivos y positivos, recurre a tus
experiencias previas en las que has sido capaz de afrontar situaciones
estresantes, de ansiedad y miedo y a las estrategias que utilizaste para
superarlas. No centres todas tus conversaciones en el Covid-19: trata de hablar
de otros temas. Entrena la amabilidad y la empatía con los que te
rodean. Solicita ayuda psicológica si lo consideras necesario.
8. Flexibilidad frente a rigidez.
Hemos comentado la importancia de las
rutinas y hábitos pero no te olvides que estamos en una situación excepcional
que requiere de sentido común y flexibilidad, sobre todo si estás rodeado de
niños, niñas y/o adolescentes. Con ellos es importante que planifiques el
tiempo de sus actividades con un horario definido. Establece tiempo de estudio,
los centros escolares van a establecer tareas escolares semanalmente,
(infórmate de los canales de comunicación que utiliza el centro escolar de tus
hijos e hijas), tiempo de juego, tiempo compartido en familia, tiempo para las redes sociales, tiempo
para cooperar en casa... Respecto a las redes sociales, antes de conectarte
recuerda conectar contigo mismo/a, y después fija Un horario de uso para toda
la familia, intentando que también los niños y las niñas puedan mantener
contacto con sus amigos/as, a través de videollamadas, juegos en equipo
online., etc. Pero también establece momentos sin pantallas.
9. Humor frente alarmismo.
Cierto grado de humor ayuda a mantener
al miedo a raya. No te olvides de reírte todos los días. En las redes sociales
habrás podido comprobar que hay gente con un gran humor e ingenio.
10. Actuar con responsabilidad frente a
la irresponsabilidad.
Es importante que colaboremos
permaneciendo en casa. “QUÉDATE EN CASA”. Procura salir lo menos posible a la
calle. Es la recomendación más segura y eficaz para terminar con esta situación
lo antes posible. Cumplir con las recomendaciones es nuestra principal
responsabilidad.
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