La Guardia Civil ha retirado del mercado 40 kilos de pescado y marisco que no cumplían con la normativa de tamaño o las etiquetas no especificaban la fecha de descongelación ni de consumo del producto. EFE/Guardia Civil
La Guardia Civil ha retirado del mercado 40 kilos de pescado y marisco que no cumplían con la normativa de tamaño o las etiquetas no especificaban la fecha de descongelación ni de consumo del producto.
Tras varias inspecciones para controlar la venta de pescado, marisco y uva en Alicante, se han detectado seis infracciones en dos puntos de venta y se ha dado cuenta a las autoridades competentes, informa la Guardia Civil.
La Patrulla de Protección de la Naturaleza de Alicante (PACPRONA), especializada en esta tarea, ha desplegado esfuerzos adicionales entre los días 15 y 27 de diciembre en la provincia de Alicante para abordar el aumento del volumen de mercado durante la temporada festiva y combatir el posible fraude alimentario.
Durante una de las intervenciones, los agentes realizaron una inspección en un comercio dedicado a la venta de pescado y marisco, donde se ha procedido a la retirada de cuatro cajas de gamba roja, quisquilla y cigala por incumplimiento de la normativa sobre etiquetado, ya que, al tratarse de productos descongelados, las etiquetas no especificaban la fecha de descongelación ni la fecha de consumo.
En otra actuación, en un establecimiento dedicado a la venta de pescado fresco y marisco, se retiraron un total de tres cajas de langostino, emperador y pescadilla debido a la falta de trazabilidad y venta de productos por debajo de las tallas mínimas reglamentarias.
Las etiquetas presentadas por el responsable del establecimiento se están investigando para determinar la posible responsabilidad del buque que capturó el género y de la lonja pesquera que lo comercializó.
Además, se han realizado inspecciones en productos cuyo comercio experimenta un aumento significativo durante estas fechas, como es la uva de mesa del Vinalopó, un producto de Denominación de Origen Protegido (DOP).
La mercancía intervenida -40 kilos de pescado y marisco- ha sido destruida y las infracciones administrativas se han comunicado al Área de Salud Pública de Alicante y a la Sección de Pesca Marítima de la Dirección Territorial de la Generalitat.
Estas acciones están en línea con las directrices de la Unión Europea, donde la Guardia Civil, a través del SEPRONA, se integra en la Red de Intercambio de Información de Calidad Alimentaria, encargada de supervisar el fraude alimentario.
La Guardia Civil recuerda que si el marisco ha sido descongelado y luego vuelto a congelar, no puede ser vendido como producto fresco, y es una práctica que no solo constituye un fraude para el consumidor, sino que también podría resultar en una disminución de su calidad y representar un riesgo para la salud del consumidor, especialmente para las personas vulnerables.
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